Las cooperativas se basan en los siguientes principios. Adhesión abierta, libre y voluntaria. Gestión democrática por parte de los socios: un socio, un voto. Participación equitativa de los socios en el capital social. Gestión autónoma e independiente sin injerencias de otros organismos. Compromiso con la comunidad, colaborando en el desarrollo de la sociedad. Cooperación entre cooperativas en proyectos comunes. Fomento de la formación de los socios para el avance de la cooperativa.
Tienen carácter mercantil, ya que desarrollan una actividad económica empresarial y se le exigen requisitos semejantes al resto de sociedades mercantiles. El depósito de cuentas anuales y la legalización de los libros sociales son llevados a cabo por el registro central de Cooperativas. De hecho, se permite la transformación de sociedades limitadas en cooperativas y viceversa.
Tienen ánimo de lucro, pues la sociedad cooperativa y, ante todo, una empresa, y como cualquier empresa emplea factores de producción, aplica reglas de gestión empresarial y asume los riesgos de la actividad económica.
Es una entidad de la economía social, es decir, prima el beneficio social sobre el individual y se fomenta la participación democrática en los organismos de decisión.